En Brasil, por la influencia del fútbol rioplatense, comenzaron a organizarse barras bravas al estilo argentino en Rio Grande do Sul a partir de 2001, desvinculándose de las tradicionales torcidas organizadas. Se diferencian de las "torcidas" tradicionales sobre todo por el uso de cantos inspirados en los de las hinchadas argentinas --a veces meras traducciones de los que se cantan en el país vecino--, en lugar de los cantos más habituales, adaptados del cancionero popular brasileño.
El fenómeno es reciente y ha despertado muchas resistencias y no poca sorna en los hinchas más tradicionales, los medios de comunicación y los sectores más nacionalistas de la opinión pública.
Barras bravas en Chile
La Garra Blanca, barra brava del club Colo-Colo.
Si bien, durante los años 1910 y 1920 los incidentes causados por los aficionados eran habituales en Chile, los primeros grupos organizados hacen su aparición pública a fines de 1988 con ocasión de un partido entre Colo-Colo y la Universidad de Chile, el cual finalizó con graves incidentes protagonizados por la Garra Blanca, grupo formado en 1986.[4] En respuesta, en 1989, un grupo de hinchas de la Universidad de Chile crean la barra de Los de Abajo, y más tarde, en 1992, un grupo de hinchas de la Universidad Católica fundan la barra Los Cruzados.
Si bien, el fenómeno tiene su origen a fines de la década de 1980, este alcanzó notoriedad pública en la primera mitad de los años 1990 influidos a través del fenómeno gestado en Latinamérica, precisamente en Argentina. En 1993, a raíz de serios incidentes en las inmediaciones del estadio Monumental de Colo-Colo entre la Garra Blanca y Los de Abajo, que terminaron con 70 detenidos y graves destrozos en el estadio y en sus alrededores, se comenzó a discutir la necesidad de crear una Ley que castigara específicamente este tipo de hechos.[5]
A partir de entonces los enfrentamientos entre Barras Bravas se hicieron comunes, causando millonarios daños materiales, registrándose además numerosos casos de heridos por golpizas, pedradas, arma blanca o armas de fuego, llegando incluso a provocar la muerte de personas. Entre estos últimos, destaca la golpiza de seis barristas de Los de Abajo al hincha de Colo-Colo Ricardo Pitrón y el asesinato por un disparo de la hincha de Colo-Colo, Gloria Valenzuela de 17 años, hecho atribuido a los barristas de Universidad de Chile, ambos ocurridos en 1999.[6]
Desde mediados de la década de 1990 el fenómeno se ha expandido a otras ciudades y regiones del país, como por ejemplo Valparaíso, Concepción o Coquimbo, donde esos grupos han protagonizado serios actos de violencia.
Barras bravas en Colombia
Comandos Azules la barra brava de Millonarios.
Por su parte, en Colombia el fenómeno empezó en los albores de la década de 1990 a partir de la rivalidad entre hinchas de clubes de Bogotá, Medellín y Cali, extendiéndose luego a otros lugares del país. A partir de este momento, comienza a reemplazarse el tradicional modo pasivo de asistir al fútbol en Colombia, por uno activo y protagonista del espectáculo. Dicho fenómeno trasciende los márgenes de los recintos deportivos, empezando a configurarse como tribus urbanas que marcan el territorio por medio de graffitis, y generan actos de violencia entre los distintos grupos[7]
En los inicios del siglo XXI las barras bravas colombianas han presentado importantes progresos en su organización, lo que les ha valido una mayor representación al interior de los clubes de fútbol, de los cuales consiguen entradas para los compromisos y patrocinios para viajes a nivel local e internacional. Sin embargo, a causa de este creciente poder, en algunos grupos se han presentado divisiones y disputas internas, las cuales han generado enfrentamientos violentos entre diferentes Baras Bravas de un mismo equipo.[8]
Las barras bravas en Colombia se han caracterizado por su influencia argentina. Los términos lingüísticos, las actividades en los estadios y en las calles, los cantos y los iconos de las barras, entre otros, reflejan la 'argentinización'. No obstante, también existe un movimiento pro-colombiano dentro de la mayoría de las barras, donde se adoptan elementos típicos del folclor local
Barras bravas en Ecuador
La Muerte Blanca Barra Brava de LDU.
Las barras bravas en el Ecuador aparecieron en la década de 1980 en la ciudad de Guayaquil, entre las hinchadas de los clubes Emelec y Barcelona. Estas barras han protagonizado serios enfrentamientos, que han llegado a provocar víctimas mortales. Posteriormente, el fenómeno se trasladó a la ciudad de Quito, en las hinchadas de los clubes Deportivo Quito y Liga Deportiva Universitaria (LDU). En la actualidad el fenómeno de las barras bravas se ha extendido a distintos clubes de diversas partes del país, como el Deportivo Cuenca, el Aucas o El Nacional.
El fenómeno adquirió centralidad en los medios de comunicación del país, luego de la muerte de un menor de 11 años, producto de una bengala lanzada desde la "Barra Brava" del Barcelona, perforándole un pulmón, el 16 de septiembre de 2007 con ocasión del Clásico del Astillero, entre los dos equipos más populares de Ecuador.[9] El 20 de junio de 2009, por su parte, el joven hincha de El Nacional David Erazo, resultó muerto en un incidente con "Barras Bravas" de LDU, en Quito.[10] Estos hechos han abierto un debate público sobre el tema de la seguridad en los recintos deportivos. Para responder a la violencia provocada por las barras bravas el gobierno ecuatoriano ha promulgado una ley contra la violencia en los estadios.
Barras bravas en Peru.
Barra Brava del Universitario de Deportes.
Las barras nacen en el Perú a finales de la década de 1960, como una agrupación de simpatizantes que se organizan para alentar a sus respectivos equipos, por medio de cánticos.[11] Desde fines de la década de 1980, estas barras comenzaron progresivamente a transformarse , dando origen a las barras bravas en el Perú, con el nacimiento del Comando Sur de Alianza Lima en 1986 y la Trinchera Norte del Universitario, en 1988.
A partir del año 2000 los enfrentamientos entre las barras bravas han comenzado a tornarse más violentos, llegando incluso al uso de armas de fuego y muertes. Inicialmente el fenómeno apareció en la capital del país, sin embargo, con los años se expandió a provincias, como Arequipa y Cusco.
Barras bravas en Uruguay
En Uruguay este fenómeno nace un poco antes que en Argentina. La primera barra brava del país surgió en el Club Atletico Peñarol, quien consta de la primera hinchada del Uruguay conocida como Barra Amsterdam fundada a principios de la década de 1960.[cita requerida] En respuesta a este grupo, a mediados de la década de 1970 se creó una similar en el Club Nacional de Football.[cita requerida] Ambas registran amplios niveles de conflictividad entre ellos, y han generado numerosos actos de violencia, llegando al asesinato.
Paralelamente a estas barras bravas, existen otras menos numerosas en clubes como Cerro y Rampla Juniors quienes disputan el clásico del Cerro generando numerosos hechos de violencia y en clubes como Danubio Fútbol Club y Defensor Sporting.
Barras bravas en América Central y México
En América Central el fenómeno surgió en Costa Rica, por la influencia que ejercieron algunos "barra brava" de la Universidad Católica de Chile, se formó la hinchada del Saprissa durante la disputa de la final de Copa Interamericana de 1994, desde donde se expandió el fenómeno hacia otros países centroamericanos, como por ejemplo, a Honduras y Guatemala.
De esta forma se comienzan a formar barras organizadas. Anteriormente, en Centroamérica, siempre se habían visto muestras de apoyo, pero de manera dispersa por parte de los aficionados de diferentes clubes, sin que llegaran a conformarse barras organizadas del tipo sudamericano con banderas y cánticos. Lo más acostumbrado eran las comparsas o las porras que caracterizaban al fútbol mexicano.
Los aficionados mexicanos, tradicionalmente se organizaban en porras las cuales poseían su propia identidad y creatividad, en las que participaban personas de todas las edades. Este tipo de hinchada, fue opacado, y progresivamente desplazado por el surgimiento de las Barras Bravas, a mediados de la década de 1990.
El fenómeno es reciente y ha despertado muchas resistencias y no poca sorna en los hinchas más tradicionales, los medios de comunicación y los sectores más nacionalistas de la opinión pública.
Barras bravas en Chile
La Garra Blanca, barra brava del club Colo-Colo.
Si bien, durante los años 1910 y 1920 los incidentes causados por los aficionados eran habituales en Chile, los primeros grupos organizados hacen su aparición pública a fines de 1988 con ocasión de un partido entre Colo-Colo y la Universidad de Chile, el cual finalizó con graves incidentes protagonizados por la Garra Blanca, grupo formado en 1986.[4] En respuesta, en 1989, un grupo de hinchas de la Universidad de Chile crean la barra de Los de Abajo, y más tarde, en 1992, un grupo de hinchas de la Universidad Católica fundan la barra Los Cruzados.
Si bien, el fenómeno tiene su origen a fines de la década de 1980, este alcanzó notoriedad pública en la primera mitad de los años 1990 influidos a través del fenómeno gestado en Latinamérica, precisamente en Argentina. En 1993, a raíz de serios incidentes en las inmediaciones del estadio Monumental de Colo-Colo entre la Garra Blanca y Los de Abajo, que terminaron con 70 detenidos y graves destrozos en el estadio y en sus alrededores, se comenzó a discutir la necesidad de crear una Ley que castigara específicamente este tipo de hechos.[5]
A partir de entonces los enfrentamientos entre Barras Bravas se hicieron comunes, causando millonarios daños materiales, registrándose además numerosos casos de heridos por golpizas, pedradas, arma blanca o armas de fuego, llegando incluso a provocar la muerte de personas. Entre estos últimos, destaca la golpiza de seis barristas de Los de Abajo al hincha de Colo-Colo Ricardo Pitrón y el asesinato por un disparo de la hincha de Colo-Colo, Gloria Valenzuela de 17 años, hecho atribuido a los barristas de Universidad de Chile, ambos ocurridos en 1999.[6]
Desde mediados de la década de 1990 el fenómeno se ha expandido a otras ciudades y regiones del país, como por ejemplo Valparaíso, Concepción o Coquimbo, donde esos grupos han protagonizado serios actos de violencia.
Barras bravas en Colombia
Comandos Azules la barra brava de Millonarios.
Por su parte, en Colombia el fenómeno empezó en los albores de la década de 1990 a partir de la rivalidad entre hinchas de clubes de Bogotá, Medellín y Cali, extendiéndose luego a otros lugares del país. A partir de este momento, comienza a reemplazarse el tradicional modo pasivo de asistir al fútbol en Colombia, por uno activo y protagonista del espectáculo. Dicho fenómeno trasciende los márgenes de los recintos deportivos, empezando a configurarse como tribus urbanas que marcan el territorio por medio de graffitis, y generan actos de violencia entre los distintos grupos[7]
En los inicios del siglo XXI las barras bravas colombianas han presentado importantes progresos en su organización, lo que les ha valido una mayor representación al interior de los clubes de fútbol, de los cuales consiguen entradas para los compromisos y patrocinios para viajes a nivel local e internacional. Sin embargo, a causa de este creciente poder, en algunos grupos se han presentado divisiones y disputas internas, las cuales han generado enfrentamientos violentos entre diferentes Baras Bravas de un mismo equipo.[8]
Las barras bravas en Colombia se han caracterizado por su influencia argentina. Los términos lingüísticos, las actividades en los estadios y en las calles, los cantos y los iconos de las barras, entre otros, reflejan la 'argentinización'. No obstante, también existe un movimiento pro-colombiano dentro de la mayoría de las barras, donde se adoptan elementos típicos del folclor local
Barras bravas en Ecuador
La Muerte Blanca Barra Brava de LDU.
Las barras bravas en el Ecuador aparecieron en la década de 1980 en la ciudad de Guayaquil, entre las hinchadas de los clubes Emelec y Barcelona. Estas barras han protagonizado serios enfrentamientos, que han llegado a provocar víctimas mortales. Posteriormente, el fenómeno se trasladó a la ciudad de Quito, en las hinchadas de los clubes Deportivo Quito y Liga Deportiva Universitaria (LDU). En la actualidad el fenómeno de las barras bravas se ha extendido a distintos clubes de diversas partes del país, como el Deportivo Cuenca, el Aucas o El Nacional.
El fenómeno adquirió centralidad en los medios de comunicación del país, luego de la muerte de un menor de 11 años, producto de una bengala lanzada desde la "Barra Brava" del Barcelona, perforándole un pulmón, el 16 de septiembre de 2007 con ocasión del Clásico del Astillero, entre los dos equipos más populares de Ecuador.[9] El 20 de junio de 2009, por su parte, el joven hincha de El Nacional David Erazo, resultó muerto en un incidente con "Barras Bravas" de LDU, en Quito.[10] Estos hechos han abierto un debate público sobre el tema de la seguridad en los recintos deportivos. Para responder a la violencia provocada por las barras bravas el gobierno ecuatoriano ha promulgado una ley contra la violencia en los estadios.
Barras bravas en Peru.
Barra Brava del Universitario de Deportes.
Las barras nacen en el Perú a finales de la década de 1960, como una agrupación de simpatizantes que se organizan para alentar a sus respectivos equipos, por medio de cánticos.[11] Desde fines de la década de 1980, estas barras comenzaron progresivamente a transformarse , dando origen a las barras bravas en el Perú, con el nacimiento del Comando Sur de Alianza Lima en 1986 y la Trinchera Norte del Universitario, en 1988.
A partir del año 2000 los enfrentamientos entre las barras bravas han comenzado a tornarse más violentos, llegando incluso al uso de armas de fuego y muertes. Inicialmente el fenómeno apareció en la capital del país, sin embargo, con los años se expandió a provincias, como Arequipa y Cusco.
Barras bravas en Uruguay
En Uruguay este fenómeno nace un poco antes que en Argentina. La primera barra brava del país surgió en el Club Atletico Peñarol, quien consta de la primera hinchada del Uruguay conocida como Barra Amsterdam fundada a principios de la década de 1960.[cita requerida] En respuesta a este grupo, a mediados de la década de 1970 se creó una similar en el Club Nacional de Football.[cita requerida] Ambas registran amplios niveles de conflictividad entre ellos, y han generado numerosos actos de violencia, llegando al asesinato.
Paralelamente a estas barras bravas, existen otras menos numerosas en clubes como Cerro y Rampla Juniors quienes disputan el clásico del Cerro generando numerosos hechos de violencia y en clubes como Danubio Fútbol Club y Defensor Sporting.
Barras bravas en América Central y México
En América Central el fenómeno surgió en Costa Rica, por la influencia que ejercieron algunos "barra brava" de la Universidad Católica de Chile, se formó la hinchada del Saprissa durante la disputa de la final de Copa Interamericana de 1994, desde donde se expandió el fenómeno hacia otros países centroamericanos, como por ejemplo, a Honduras y Guatemala.
De esta forma se comienzan a formar barras organizadas. Anteriormente, en Centroamérica, siempre se habían visto muestras de apoyo, pero de manera dispersa por parte de los aficionados de diferentes clubes, sin que llegaran a conformarse barras organizadas del tipo sudamericano con banderas y cánticos. Lo más acostumbrado eran las comparsas o las porras que caracterizaban al fútbol mexicano.
Los aficionados mexicanos, tradicionalmente se organizaban en porras las cuales poseían su propia identidad y creatividad, en las que participaban personas de todas las edades. Este tipo de hinchada, fue opacado, y progresivamente desplazado por el surgimiento de las Barras Bravas, a mediados de la década de 1990.
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